UN ECO DE DESIGUALDAD EN LA LITERATURA
UN ECO DE DESIGUALDAD EN LA LITERATURA “Me deben comida, coños, cobertores, zapatos, casa, coche, reloj, muelas; todo me lo deben” (“El Cobrador”Fonseca,1979) Sabemos que la literatura no es sociología, ni es política y tampoco es un arte puro disociado de la realidad. En el contexto de la literatura escrita en América Latina, en los últimos lustros, se ha registrado un incremento de obras donde la violencia son el leitmotiv de su narración. Creando una ruta siniestra la de la violencia que introduce nuevas formas de entender la naturaleza humana, como es el caso del escritor brasileño Rubem Fonseca, quien expone la cólera de esta naturaleza humana que se desarrolla bajo la atmosfera de maginidad e injusticias en Latinoamérica. Así lo proyecta en uno de sus personajes emblemáticos como ``El cobrador” aquel villano y en algunos casos antihéroe que rompe su cotidianeidad quebrantando al mismo tiempo su ética y, ¿para qué sirve la ética en un mundo descarnado de ins